BARROQUISMO
La literatura del Barroco es la manifestación
literaria que se llevó a cabo en Europa justo después del Renacimiento y
coincidiendo con el llamado Siglo de Oro español. Es allí, en España, donde
esta tendencia tuvo su mayor esplendor y desarrollo.
La literatura del Barroco se considera, en parte, un
estilo sobrecargado, ostentoso, abusivo en el uso de recursos literarios como
la metáfora o la antítesis. Este movimiento surge en un momento de muchas
tensiones sociales, políticas, económicas y existenciales.
Esta situación caótica arrastró a los autores a
expresarse, a hablar sobre la pesadumbre de las miserias, de la peste, la
desigualdad entre clases, y el alivio que significa la religiosidad.
Es posible decir que no se pudo haber tenido un mejor
entorno, mejores condiciones para el desarrollo de esta corriente literaria.
Esas temáticas de las que se valieron los escritores fueron el caldo de cultivo
de centenares de obras, las bases sólidas que permitieron la argumentación
clara del movimiento Barroco.
ORIGEN
Las primeras expresiones escritas con elementos
literarios considerados netamente barrocos se llevaron a cabo en Inglaterra,
Italia y Francia.
Para finales del siglo XVI ya se apreció en la
literatura inglesa una demostración bien marcada de lo que luego se
consideraría literatura barroca.
Fue John Lyly el principal y primer exponente de
envergadura en tierras anglosajonas. Su obra Euphues, the Anatomy of Wit, en
1578, se apega perfectamente a los parámetros barrocos.
CARACTERISTICAS
Magnifica lo renacentista, pero enfocado en la pesadumbre
Las temáticas propias del Renacimiento no se dejan a
un lado, al contrario, se toman en plena decadencia y se ensanchan, se
exageran. La crisis en la que se sumían los pueblos europeos en esa época
dejaba ver en las calles lo peor del género humano.
Las pestes, el hambre, la desidia, la mendicidad, eran
el pan de cada día. Estas realidades no escaparon de la pluma de los
escritores. Fue tal la influencia, que la gran mayoría de autores usaron su
pluma en pos de exponer lo peor de la especie. El desgano se podía respirar en
un gran número de obras. La vida era considerada una mentira total, mientras
que la verdad, con su dureza y tristeza, se escondía debajo del pulido brillo
superficial que las élites hacen ver a los incautos.
Toca la fe y la espiritualidad
como baluartes del hombre
Al haber un marcado apoyo por todo lo concerniente a
la defensa de la Iglesia católica respecto a la reforma protestante iniciada
por Lutero y Calvino, es notoria la presencia de aspectos de índole espiritual
en las producciones literarias.
Estas temáticas respondían, en muchos casos, más a la
seguridad que podía brindar la iglesia en aquellos instantes de crisis que a
querer proporcionar tranquilidad por medio de la fe a los lectores. Los
escritores, humanos al fin, procuraban su supervivencia.
Es considerada una corriente renovadora
La literatura barroca vino cargada con grandes
innovaciones en lo que a modos y técnicas refiere. Esto se ve reflejado y
masificado en toda Europa de la mano de la Contrarreforma. Particularmente en
España se ve un crecimiento más amplio respecto al resto de países europeos.
Los escritores españoles absorbieron las
manifestaciones literarias de los países vecinos y las ajustaron a su idioma.
Esas adecuaciones lingüísticas, o españolizaciones, dieron paso a estrofas
nuevas para su cultura. El terceto fue usado en gran manera, conjuntamente con
el soneto, la cuarteta y la redondilla.
Como nunca antes en la cultura española se vio un
incremento desaforado en el uso de terminologías rimbombantes. Se parte del
clasicismo renacentista de donde se generó una renovación a través del
engrandecimiento de los recursos retóricos.
Rompe con la estabilidad del renacimiento
El Renacimiento se caracterizó por la calma y
serenidad de sus propuestas literarias, todo tendía al equilibrio. Al irrumpir
el Barroco se da una desestabilización y se entra en un conflicto entre lo
estético y lo formal.
Tal característica se evidencia a lo largo de toda
Europa, teniendo un desarrollo diferente en cada país, ajustado, por supuesto,
a cada contexto de producción.
El abuso de los recursos era parte de la norma
Esta viene a ser una de las características más
comunes presentes en la literatura de este periodo, sobre todo por los llamados
“culteranos”.
La exageración está a la orden del día en cada género literario.
La adjetivación desaforada, así como el uso de la antítesis, la metáfora y
cuanto recurso retórico fuese posible para sobrecargar una obra, eran
aplicados.
Culteranos y conceptistas, dos tendencias bien marcadas
Es un craso error pensar que la manifestación
literaria del Barroco fue homogénea, nada más alejado de la realidad. Los
escritores de esta época tomaron diversas actitudes respecto al contexto que
les tocó vivir.
AUTORES Y SUS OBRAS
Luis de Góngora y Argote (1562-1627)
Obras destacadas:
– La fábula de Polifemo y Galatea (1612).
– Las Soledades (1613).
– Fábula de Píramo y Tisbe (1618).
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645)
Obras destacadas:
– Discurso de todos los diablos o infierno emendado
(1628).
– Historia de la vida del Buscón llamado don Pablos;
ejemplo de vagamundos y espejo de tacaños (1626).
– El Tribunal de la Justa Venganza (1635).
María de Zayas (1590-1661)
Obras destacadas:
– Novelas amorosas y ejemplares (1637).
– Novelas y saraos (1647).
– Desengaños amorosos en (1649).
Félix Lope de Vega Carpio (1562-1635)
Obras destacadas:
– La hermosura de Angélica, con otras diversas rimas
(1602).
– La Dorotea (1632).
– La Gatomaquia (1634).
Calderón de la Barca (1600-1681)
Obras destacadas:
– Amor, honor y poder (1623).
– El alcalde de Zalamea (1651).
– A Dios por razón de estado (1650–1660).
Miguel de Cervantes y Saavedra (1547-1616)
Obras destacadas:
– La Galatea (1585)
– El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605)
– El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha
(1615)
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